Queloides: tratamiento para cicatrices anómalas

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Si bien, los queloides no causan problemas para la salud, sí pueden molestar o avergonzar. ¿La buena noticia? Se pueden disminuir con el complemento de cirugía y tratamiento de radioterapia con electrones acelerados en pequeñas dosis. ¿En qué consiste? Aquí te lo explicamos:

Los queloides son crecimientos de tejido cicatricial adicional que se presentan en lesiones, cuando la piel ha ya sanado.

“Es un tipo de cicatriz anómala, como una especie de cordón o tumor sobre una cicatriz, pero que sí tiene tratamiento”, explica el doctor Nicolás Pereira, cirujano plástico y reconstructivo, director de Clínica NEA.

A ello, el doctor Juan Pablo Camacho, cirujano plástico y reconstructivo de Clínica NEA, agregó que “se trata de una patología que, si bien no es tan común, sí llegan pacientes que quieren tratarlas y/o disminuirlas. Por eso, cuando estamos frente a ello, lo primero es diferenciarlas de las cicatrices hipertróficas”.

¿Cuál es la diferencia? Un queloide es una cicatriz engrosada y elevada. En cambio, una cicatriz hipertrófica queda dentro de los límites de la herida original.

“La gente dice ‘tengo queloides o hago queloides’. En ese caso es bueno que evaluemos, en conjunto, cuáles son las lesiones y si corresponden o no a un queloide. Por otro lado, también es importante entender que los queloides son respuestas del cuerpo, que tiene que ver con genética o con la capacidad inmunológica de cicatrización, por eso es importante que lo evalúe alguien experto”, añadió el doctor Camacho.

Síntomas: ¿cómo se ve un queloide?

  • Cicatriz gruesa e irregular.
  • La piel se ve brillante, sin pelos.
  • Es grumosa y elevada.
  • Tiene tamaños variados, según el tipo de lesión original.
  • Tiene un color rojizo, café o morado, según sea el color de piel de la persona.
  • Puede causar picazón y molestia.

Cabe mencionar que, por lo general, se da en las orejas, hombros, mejillas o en la parte media del pecho.

Tratamiento del queloide

Según el doctor Camacho, la resección no es el tratamiento adecuado porque, en el fondo, su formación es una respuesta exagerada del cuerpo a la cicatrización. “Si lo estimulo nuevamente, es como apagar el fuego con bencina y, como consecuencia, puede crecer más rápido o más grande”, dice.

Por eso, “lo ideal es que la cirugía se complemente con radioterapia con electrones acelerados, con dosis pequeñas. Es algo que está estandarizado. Además, está demostrado que tiene una tasa de éxito cercana al 80%. Hay otras terapias, pero esto es lejos lo mejor”, agregó el especialista.

Consejos:

  • Si te enfrentas a una cicatriz queloide, preocúpate de que la persona que te está atendiendo, no lo minimice.
  • Un queloide requiere un estudio. “Requiere que el especialista entienda por qué se produce. No es llegar y sacarlo”, agregó el cirujano plástico y reconstructivo.
  • La cirugía con la radioterapia, como complemente, permite tener una mejor tasa de éxito y, por ende, mejorar la calidad de vida de la persona.
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