Se suelen asociar las cirugías estéticas con operaciones para arreglar incomodidades, embellecerse y lograr el rostro o la figura soñada. Si bien muchas de ellas son así, debido a que las más demandadas en el último tiempo son la liposucción, el aumento de mamas y la abdominoplastía, entre otras; lo cierto es que muchas cumplen con un fin que va mucho más allá de lo estético y que pocos aún conocen.
Una de las dolencias más comunes en el siglo XXI es el dolor de espalda, ya sea por malas posturas, muchas horas de trabajo sentado o también por enfermedades asociadas, como la escoliosis. Sin embargo, en mujeres este dolor puede provenir de un tamaño excesivo de sus mamas, lo que puede provocar no solo problemas de autoestima, sino también algunos de salud, disminuyendo considerablemente la calidad de vida.
Ante esto, muchas instituciones médicas han elaborado listas sobre algunos de los criterios para acceder a una reducción mamaria, tal como lo plantea en un artículo la institución Mayo Clinic:
- Dolor crónico de espalda, cuello y hombros
- Marcas en los hombros por los tiradores del sostén
- Irritación o erupción cutánea crónica debajo de las mamas
- Neuralgia
- No ser capaz de participar en algunas actividades
- Autoestima baja por el gran tamaño de las mamas
- Problemas para encontrar sostenes y ropa del tamaño adecuado
Una operación que cambia la vida
Muchos de los pacientes que se han realizado esta cirugía, la han denominado como un cambio de vida por los múltiples beneficios que ha significado la reducción mamaria y lo simple que puede ser la operación, siempre y cuando se haga con cirujanos plásticos certificados. Algunos de estos son la desaparición de los dolores crónicos, aumento de la autoestima y la realización de actividades físicas que antes parecían imposibles.
Una operación que cambia la vida
Muchos de los pacientes que se han realizado esta cirugía, la han denominado como un cambio de vida por los múltiples beneficios que ha significado la reducción mamaria y lo simple que puede ser la operación, siempre y cuando se haga con cirujanos plásticos certificados. Algunos de estos son la desaparición de los dolores crónicos, aumento de la autoestima y la realización de actividades físicas que antes parecían imposibles.
La Mamoplastía de Reducción consiste en retirar el exceso de tejido mamario, grasa y piel sobrante, remodelando las mamas y elevándolas según la contextura de cada paciente. En la mayoría de los casos está cubierta por la isapre, dura de 2 a 3 horas, con una recuperación de 10 días.
Para una reducción mamaria, como cualquier otro procedimiento, siempre es importante visitar a un cirujano plástico certificado, como los de Clinica NEA, y que el lugar a realizarse esté acreditado. Si necesitas una consulta, puedes agendar una hora con nuestros especialistas para encontrar el tratamiento adecuado para ti.
