La exposición al sol es inevitable, sobre todo en la época de verano, pero sus efectos en nuestra piel pueden minimizarse de manera significativa con un simple acto: la aplicación diaria de protector solar. Aunque su reputación se centra en la prevención de quemaduras y el riesgo de cáncer de piel, pocos conocen su papel crucial en el combate contra el envejecimiento cutáneo.

Los rayos ultravioleta (UV) del sol, clasificados en UVA y UVB, son los principales responsables de los daños en nuestra piel. A lo largo de los años, la exposición a estos rayos conlleva problemas como queratosis actínica, hiperpigmentación, y la descomposición del colágeno y la elastina, las proteínas esenciales para la elasticidad de la piel. Según expertos dermatólogos, hasta el 80% de los cambios en la piel relacionados con la edad son provocados por la radiación UV. Frente a este desafío, el protector solar se presenta como el aliado fundamental en la lucha contra el envejecimiento prematuro.

Cómo el protector solar protege la piel del envejecimiento

El protector solar actúa como un escudo frente a los dañinos rayos UV, impidiendo su penetración en la piel y bloqueando así sus efectos nocivos. Al elegir un protector solar, es esencial optar por aquellos que ofrezcan una protección de amplio espectro, cubriendo tanto los rayos UVA como UVB.

Un estudio reciente, realizado a lo largo de cuatro años con 900 participantes, demostró que el uso regular de protector solar redujo en un 24% los signos de envejecimiento en la piel. La investigación, basada en técnicas de micro topografía, reveló que aquellos que siguieron las indicaciones específicas de aplicación obtuvieron los mejores resultados.

¿Cómo revertir los efectos de la exposición solar en el rostro?

En el panorama actual, aquellos que han experimentado los efectos adversos de una exposición solar prolongada, el mercado ofrece soluciones efectivas, entre las que destaca el innovador tratamiento de rejuvenecimiento y restauración de colágeno con Radiesse®. Se trata de un bioestimulador para corregir arrugas y flacidez estimulando la producción de colágeno. Entre sus beneficios se encuentra la recuperación de la turgencia, mejorar en la tensión de la piel y la corrección de líneas quebradizas, manifestadas principalmente por la acumulación del daño solar a lo largo de la vida.
Si necesitas rejuvenecer tu piel para este verano y comenzar a incluir en tu rutina el protector solar, te recomendamos conocer más sobre los procedimientos de Clínica Nea agendando una hora con nuestros especialistas para asesorarte y encontrar el tratamiento adecuado para ti.